• Título: Reflexionamos y valoramos los avances y desafíos del Perú en el bicentenario para construir el país que anhelamos • Fecha: Del 21 de junio al 23 de julio de 2021 • Periodo de ejecución: Cinco semanas(4/5)ya • Ciclo y grado: Ciclo VI (1.° y 2.° de secundaria) • Áreas: Ciencia y Tecnología |
Competencias | Criterios de evaluación | Actividades sugeridas |
Explica el mundo físico basándose en conocimientos sobre los seres vivos, materia y energía, biodiversidad, Tierra y universo. | •Explica las transformaciones de las fuentes de energía renovables para el desarrollo sostenible. Para ello, interrelaciona conceptos, datos y evidencias que expresa con sus propias palabras. •Argumenta sobre la contribución del desarrollo científico y tecnológico al acceso a energías limpias en el Perú. | Actividad6: Transformaciones de las fuentes de energía renovables para el desarrollo sostenible y la tecnología inca en el uso del agua . Actividad 7: Argumentamos la contribución del desarrollo científico y tecnológico al acceso a energías limpias en el Perú. Actividad 8: Desarrollo sostenible (DS) mirando al bicentenario. Actividad 9:Energia nuclear, sus riegos y la Central Nuclear de Huarangal . |
ENFOQUES TRANSVERSALES | VALORES |
Enfoque de derechos |
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Orientación al bien común | Solidaridad |
Enfoque inclusivo o atención a la diversidad. |
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Enfoque igualdad de género |
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EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE INTEGRADA 4 | 1.er y 2.° grado
“Reflexionamos y valoramos los avances y desafíos del Perú en el Bicentenario para
construir el país que anhelamos”.
¡Hola! Mi nombre es Susana. Me gusta bailar, escuchar todo tipo de música y leer. Conozco mucha gente, y mis mejores amigos son Mariana, Pablo y Rafael. Actualmente, no estoy asistiendo a la escuela; sin embargo, estoy estudiando en mi casa. Mis pensamientos futuros son estudiar algo relacionado a las ciencias. Estoy contenta porque este año celebramos nuestro Bicentenario, donde reflexionaremos sobre el país que anhelamos. |
SITUACION
SIGNIFICATIVA El 26 de abril de 1986, de madrugada, se produjo en la central nuclear
de Chernóbil, en la antigua Unión Soviética
(hoy, Ucrania) un accidente que desencadenó la mayor catástrofe nuclear de la
historia. Hoy, 35 años después, la explosión del reactor número 4 de la
central y que derivó en una cadena de ocultación y mentiras de las
autoridades soviéticas para minimizar la escala del suceso. La estructura del
reactor ardió durante 10 días. Sus partículas contaminaron 142.000 kilómetros
cuadrados: el norte de Ucrania, la rusa
Briansk, el sur de Bielorrusia. La radiactividad llegó más lejos. Fue detectada por los países
nórdicos. Los primeros en dar la alarma, el 27 de abril. El 28, después de
dos días de silencio, las autoridades soviéticas hablaron por primera vez
sobre el accidente. Pero solo con una breve nota de la agencia oficial
soviética Tass que se leyó en el noticiario nocturno de la televisión: “Se
toman medidas para eliminar las consecuencias de la avería. Las víctimas
reciben ayuda. Se ha creado una comisión gubernamental”. Al menos 31 trabajadores de la planta y bomberos murieron
inmediatamente después del desastre, en su mayoría por causas derivadas de la
radiación. Miles fallecerían después, aunque la cifra sigue siendo objeto de
un intenso debate, debido a la ocultación de las autoridades durante años.
Los médicos tenían prohibido poner en los expedientes sanitarios de sus
pacientes cualquier cosa que sonara a radiación; y mucho menos dejar
constancia de ello en los partes de defunción, como denunciaron después
activistas y expertos. Solo el 4 de junio de 1986, el diario oficial Pravda reconoció
altos niveles de contaminación fuera del perímetro de 30 kilómetros alrededor
de la central de Chernóbil. Prípiat, la ciudad más cercana a la central, el
orgullo del desarrollismo soviético y donde vivían muchos de sus empleados,
ya había sido evacuado la misma noche del accidente, pero la información
del Pravda llevó a evacuar también a miles de habitantes de
la vecina República de Bielorrusia, la zona que sufrió la peor parte de la
catástrofe. Hoy, Prípiat, que llegó a tener 50.000 habitantes, es un escenario
postapocalíptico visitado únicamente por expertos, pero cada vez más por
turistas --en grupos y bajo la supervisión de un guía oficial--, seducidos
por el turismo de catástrofes. Las visitas se dispararon después de la serie
de la HBO Chernobyl, que tan bien relató esa cadena de
noticias falsas y ocultación que derivó en muertes. Las autoridades ucranias han pedido ahora que se incluya la zona de
exclusión como Patrimonio Mundial de la UNESCO. Sostienen que el lugar es
único y “de interés para toda la humanidad”. Busca así para atraer más
visitantes y fondos para desarrollar la zona. El Ministerio de Cultura
ucranio ya ha iniciado los trámites para reconocer ese territorio – la
central nuclear en ruinas rodeada de terrenos baldíos, escombros y edificios
abandonados— como monumento. Sin embargo, algunos temen que la zona de
exclusión termine por convertirse en una simple atracción. Algo que el
ministro de Cultura, Oleksandr Tkachenko, cree que hay que evitar. “Debería
servir para enseñar, para tomar conciencia de la memoria histórica y de los
derechos humanos”, ha dicho estos días Tkachenko a la televisión ucrania. |
La energía nuclear La
energía nuclear es la energía contenida en el núcleo de un átomo. Los átomos
son las partículas más pequeñas en que se puede dividirse un elemento químico
manteniendo sus propiedades. En el núcleo de cada átomo hay dos tipos de
partículas (neutrones y protones) que se mantienen unidas. La energía nuclear
es la energía que mantiene unidos neutrones y protones. La
energía nuclear se puede utilizar para producir electricidad. Pero primero la
energía debe ser liberada. Ésta energía se puede obtener de dos formas:
fusión nuclear y fisión nuclear. En la fusión nuclear, la energía se libera
cuando los núcleos de los átomos se combinan o se fusionan entre sí para
formar un núcleo más grande. Así es como el sol produce energía. En la
fisión nuclear, los núcleos se separan para formar núcleos más
pequeños, liberando energía. Las centrales nucleares utilizan la fisión
nuclear para producir electricidad. Cuando
se produce una de estas dos reacciones nucleares (la fisión nuclear o la
fusión nuclear) los átomos experimentan una ligera pérdida de masa. Esta masa
que se pierde se convierte en una gran cantidad de energía calorífica y de
radiación, como descubrió Albert Einstein con su famosa ecuación E=mc².
La energía calorífica producida se utiliza para producir vapor y generar
electricidad. Aunque la producción de energía eléctrica es la utilidad más
habitual que se le da a la energía nuclear, también se puede aplicar en
muchos otros sectores, como en aplicaciones médicas o medioambientales. |
Un átomo está constituido por
un núcleo central muy denso, que contiene protones y neutrones, y por
electrones que se mueven alrededor del núcleo a una distancia relativamente
grande. Los átomos de un mismo elemento tienen el mismo
número de protones, que se denomina número atómico y se representa por Z. |
Experimento de Rutherford
El letal
cuaderno de Marie Curie que puede matarte con el mero contacto incluso 100
años después Gran parte de los objetos
personales de Curie, incluyendo la ropa, muebles, libros y las notas de
laboratorio siguen contaminados por la radiación La científica Marie Curie ganó el Premio Nobel en dos campos diferentes, física y química, y desarrolló la teoría de
la radiactividad (un término que ella misma acuñó), ocho técnicas para el
aislamiento de isótopos radiactivos y el descubrimiento de dos elementos —el polonio y el radio—. Una investigación que terminó matando a la polaca, nacionalizada
francesa, debido a una «anemia aplásica» provocada por manipular material
radiactivo sin el equipo recomendado y por guardar tubos de ensayo con radio
en los bolsillos. Sus posesiones terminaron gravemente contaminadas. Más de 100
años, gran parte de los objetos personales de Curie, incluyendo la ropa,
muebles, libros y las notas de laboratorio siguen contaminados por la
radiación. Estos objetos considerados como tesoros nacionales y científicos,
se almacenan en cajas forradas con plomo en la Biblioteca Nacional de Francia en París y requieren un equipo especial para
aquellos investigadores que quieran consultar sus notas. La biblioteca permite a los visitantes observar los manuscritos de la
científica, pero firmando una renuncia de responsabilidad y usando un equipo
de protección, puesto que los objetos están
contaminados con el radio 226, que tiene una vida media de 1.600 años. Habrá que esperar otros 1.500
años más para que se elimine a la mitad su nivel de radiactividad, según el
artículo. Tampoco el cuerpo de Curie se libró de la radiación. Fue colocado en un ataúd forrado con aproximadamente una pulgada de plomo. Marie Curie y su marido, Pierre Curie, están enterrados en el Panteón de París, un mausoleo de la capital francesa donde yacen los restos de distinguidos ciudadanos galos. Marie Curie, conocida como la 'madre de la física moderna', murió
finalmente en 1934 a causa de este raro trastorno sanguíneo vinculado a los
altos niveles de exposición a elementos radiactivos como el polonio y el
radio. |
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N = A - Z
N : NUMERO de neutrones A : Masa atómica Z : NUMERO atómico = NUMERO de ELECTRONES = NUMERO de PROTONES |
EVIDENCIA O PRODUCTO A PRESENTAR :Desarrollaren el cuaderno de CyT Completar el presente cuadro en relación a la TABLA PERIODICA
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Elemento | Z | A | N. de electrones | N.de protones | N de neutrones |
Au ( oro ) | |||||
Ag ( ) | |||||
Cu ( ) | |||||
Zn ( ) | |||||
Pb( ) | |||||
Li ( ) | |||||
Al ( ) | |||||
Hg ( ) | |||||
U( ) | |||||
Ca ( ) | |||||
Be ( ) | |||||
Cs ( ) | |||||
Pt ( ) |
PRESENTAR LA PRESENTE EVIDENCIA O PRODUCTO
Ubicar en el esquema de la tabla periódica los diferentes elementos químicos a que corresponden los minerales que produce y exporta el Peru según Osinergmin |
I A | VIII A | ||||||||||||||||
II A | III A | IV A | V A | VI A | VII A | ||||||||||||
III B | IV B | V B | VI B | VII B | VIII B | I B | II B | ||||||||||
Un reactor
nuclear en nuestra ciudad capital(Peru) Un día como
hoy 18 de Junio de 1989, el centro nuclear ubicado en Huarangal, Carabayllo, fue
bautizado como Óscar Miró Quesada de la Guerra (Racso). Lo visitamos 30 años
después. Entre la neblina y los cerros
grises de Carabayllo, como un pálido oasis de concreto en el desierto,
aparece una torre imponente con techo de cúpula: es el reactor del Centro
Nuclear Óscar Miró Quesada de la Guerra (Racso) en Huarangal, una
construcción a 42 kilómetros de Lima que recibió el nombre de Racso como
homenaje al precursor del periodismo científico en el Perú. Pero ¿cuánto conocemos de este
centro nuclear peruano? Si bien la cultura popular ha construido en el
imaginario colectivo una idea de desastre apocalíptico cuando se habla de
energía nuclear y de inmediato vienen a la mente imágenes de explosiones como
las de Chernóbil o Fukushima, o el hongo de las bombas nucleares de Hiroshima
y Nagasaki, estos lamentables sucesos de la historia están muy lejos de
asemejarse a los usos reales de un centro nuclear como el peruano. Desafortunadamente
para los amantes del cómic, exponerse a la radiación no convertirá a nadie en
superhéroe. Al contrario, una alta dosis sin protección generaría daños en
los tejidos de la piel, mataría las células y destruiría los órganos blandos.
En algún momento, a inicios del siglo XX, estuvo de moda recibir, como parte
de un tratamiento estético, rayos X directos a la piel, una especie de
bronceado de la época que fue el causante de tumoraciones y casos de cáncer. Sin embargo, esto es poco probable —por no
decir imposible— en el centro nuclear de Huarangal, primero por las medidas
de seguridad y, después, debido a la potencia del reactor que es utilizado
con fines pacíficos y, sobre todo, médicos. —Energía nuclear— Durante el gobierno militar de
Morales Bermúdez se empezó a buscar un terreno apropiado cercano a una fuente
de agua para la construcción de lo que sería nuestro flamante reactor nuclear.
Fue así que llegaron a un lugar poblado de bosques de huarango —lo llamaban
Huarangal—, en las afueras de Lima, en Carabayllo. Tras un convenio con el
Gobierno argentino, ahí se empezó a construir el centro nuclear que iba a
albergar un reactor RP-10 y los laboratorios de una planta de producción de
radioisótopos. En aquel tiempo, estas eran tierras agrícolas que se
convirtieron con los años en zonas urbanizadas. El 19 de diciembre de 1988 se
inauguró el Centro Nuclear de Hurangal, durante el primer gobierno de Alan
García, y el 16 de junio de 1989, hace 30 años, fue bautizado con el nombre
de Racso. —Efecto azul— El uranio es el combustible que
ayuda a generar más energía y con ella más neutrones en una radiación
controlada. El núcleo del reactor está sumergido en agua pura, sin ninguna
otra partícula que pueda interrumpir el impulso de los neutrones a gran
velocidad y hacia todas direcciones. Es curioso, pero el agua, inofensiva, es
el blindaje biológico que protege a los ingenieros y a quienes manejan el
reactor de esta explosión de neutrones y radiación gama. Ninguna persona ingresa a la
‘piscina’ cuando el reactor está en funcionamiento. Todo se monitorea
remotamente con los cuidados necesarios y las exigencias de estrictos
protocolos. Las cápsulas que contienen los
radioisótopos (llamadas canes) son trasladas por unos brazos hidráulicos a un
espacio protegido conocido como “celda caliente”, hecha de hormigón y vidrio
plomado. Posteriormente, a través de un camino que está conectado con el
reactor, un pasadizo al que llaman el “corredor caliente”, los canes son
traslados a los laboratorios donde serán convertidos en radiofármacos que
serán utilizados por la medicina nuclear para la detección y el tratamiento
de algunos tipos de cáncer. —Los radiofármacos— Desde un corredor, se pueden ver
estos recintos blindados y adecuadamente equipados. Algunas áreas todavía
conservan el diseño de la época en que se inauguró el centro nuclear, como
los ladrillos amarillos de plomo que les dan una estética vintage.
Actualmente, todas estas áreas cumplen con las exigencias de las buenas
prácticas de manufactura y normas sanitarias vigentes. “Los radiofármacos —continúa
Agurto— son distribuidos en clínicas y hospitales de Lima, Callao, Arequipa y
Trujillo”. En palabras sencillas, los radiofármacos son elementos químicos
procesados y con una dosis de radiación controlada que ‘decae’ con las horas.
Algunos, como el iodo, duran ocho días y otros, como el tecnecio, tienen una
media de vida de solo unas cuantas horas. Como la radiación se ‘disuelve’
hasta desaparecer, los radiofármacos deben distribuirse con celeridad a los
Centros de Medicina Nuclear del país. Es por ello que los ingenieros de la
planta de radioisótopos deben trabajar por las noches hasta la madrugada; de
esta manera, se garantiza que los ‘pedidos’ lleguen con la radiación adecuada
a las manos del médico nuclear. En esta planta se producen
principalmente tres radiofármacos muy útiles para diagnósticos y terapias de
diversas enfermedades, incluidas las oncológicas, estos son tecnecio, ioduro
de sodio y dolosam. “Por ejemplo — dice el ingeniero Agurto—, si el paciente
tiene un cáncer óseo, con nuestros productos se pueden diagnosticar la etapa,
el nivel en que se encuentra; o, si la persona ya está en tratamiento, se
puede ver cómo va evolucionando la enfermedad”. Asimismo, si el médico quiere
evaluar en qué estado se encuentra el corazón, el sistema óseo, el hígado o
los pulmones, se añaden componentes al radiofármaco y unas sales que tienen
selectividad y afinidad con un órgano específico. Si se requiere estudiar un
pulmón, por ejemplo, el componente dirige al radiofármaco hacia este órgano,
lo fija, y emite una energía que será captada por una cámara gama que la
transforma en imagen. Así, la radiación permite identificar con rapidez el
estado del órgano y detecta posibles enfermedades. ¿Qué pasaría si el reactor dejara
de trabajar? La planta atiende a 24 centros de medicina nuclear en el país y
se estima que 35 mil pacientes reciben estos tratamientos. Sus vidas se
verían afectadas considerablemente.
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