SEGUNDO
CyT 3era semana 21 abril
BASURA ESPACIAL |
Basura espacial, ¿una contaminación lejana? La ONU alerta de que la basura espacial amenaza las comunicaciones terrestres Alrededor
de la Tierra orbitan en estos momentos cerca de 7.200 toneladas de basura
espacial, una cantidad que se espera que aumente de cara a 2030 ya que la
‘carrera espacial’ continúa en desarrollo y, sobre todo, porque los pequeños
satélites de bajo coste invaden cada vez más el espacio, según señalan los
expertos del Instituto Estatal Técnico Bauman (Rusia), que alertan de que
esta red de desechos se está convirtiendo en un problema global, ya que,
entre otros, puede afectar a las comunicaciones de datos de los satélites que
miden el cambio climático. |
Un problema creciente y sin
solución Y la
situación se agrava porque es un efecto en cadena, cuantos más objetos hay en
órbita, más probabilidades existen de nuevas colisiones y de crear más
chatarra a la deriva. La ESA
estima que existen unos 750.000 objetos de más de 1 centímetro sin utilidad
orbitando a enorme velocidad -56.000 kilómetros por hora- y cuyo impacto
contra un satélite o una estación espacial puede causar graves daños. Por el
momento no existen soluciones técnicas para este problema y la única medida
es prevenir la creación de nueva chatarra. Además,
se espera que la basura aumente, porque la carrera espacial continúa su
desarrollo y, sobre todo, porque una nueva generación de pequeños satélites
de bajo coste han comenzado a invadir el espacio. Elon
Musk, fundador de la empresa de coches eléctricos Tesla, y Jeff Bezos, dueño
de Amazon, son dos de los muchos empresarios que tienen proyectos para
instalar redes de pequeños satélites, o megaconstelaciones, para expandir la
banda ancha a todo el mundo. Space X
-la empresa de Musk- ha lanzado ya este año decenas de minisatélites dentro
de su proyecto para crear una densa red que ofrezcan servicios de internet de
bajo coste. "Si
bien la nueva tendencia de colocar grandes constelaciones de satélites en
órbita podría beneficiar en gran medida las tecnologías de comunicación,
también tiene el potencial de generar nuevos desechos espaciales,
especialmente por el mayor riesgo de colisión y el mayor número de
lanzamientos por año", expone Di Pippo. "Otra
preocupación con respecto a estas megaconstelaciones es su posible
contaminación lumínica, que podría complicar la observación e investigación
espacial", agrega. "Al
igual que cualquier otra actividad espacial, los beneficios y los peligros de
las megaconstelaciones deberán sopesarse. La transparencia y la cooperación
internacional en los procedimientos de colocación de megaconstelaciones en el
espacio serán esenciales para mitigar el problema y garantizar la seguridad
futura del entorno espacial", abunda la responsable de la agencia de la
ONU. |
Un peligro
para las comunicaciones terrestres Muchas actividades en la Tierra dependen del
espacio, porque cada vez que se hace una llamada telefónica o una transacción
financiera, se usa un geolocalizador o se consulta el tiempo, se utilizan
datos transmitidos por satélites. "Debido al riesgo de colisión, los satélites
de telecomunicaciones, y en general todos nuestros objetos funcionales en el
espacio exterior, afrontan un riesgo creciente de daños por la basura
espacial", subraya la experta italiana. Di Pippo expone que la comunidad internacional trabaja
para preserva el espacio como bien común de la humanidad para las
generaciones futuras, y se impulsa que los estados y las empresas adopten
medidas voluntarias para mitigar la creación de residuos. Por el momento no existe una regulación
internacional obligatoria para evitar chatarra espacial entre quienes
participan en la carrera espacial, tanto estados como empresas. Aunque el número de lanzamiento anuales ha
aumentado en la última década -en 2018 se produjeron 111 mientras que en 2008
fueron 66- cada vez más actores diseñan los objetos espaciales para que, una
vez cumplan con su cometido, puedan desaparecer de la órbita. La astrofísica italiana subraya que la tecnología
espacial es imprescindible para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible
de las Naciones Unidas. Sin embargo, "un aumento continuo de
desechos espaciales o una falla en la aplicación de medidas para mitigar el
problema podría afectar negativamente a estos esfuerzos", advierte. "Sólo trabajando juntos se pueden encontrar soluciones
para el tema de los desechos espaciales: las alianzas y la cooperación entre
todos los actores espaciales serán cruciales para prevenir y minimizar la
creación de nuevos basura espacial", concluye. |
¿Puede caernos encima un trozo de basura
espacial? En estos días
se espera que se desplome sobre la Tierra una sonda y los científicos aún no
saben dónde impactará ¿Es posible que caiga en zonas urbanas? Al
principio el anuncio pasó casi inadvertido: un satélite europeo que durante
cuatro años estudió en detalle la fuerza de gravedad de la Tierra se quedó
sin energía y se desplomará sobre el planeta a principios de noviembre. Hasta
que un detalle puso en alerta a los científicos de la misión: si bien la
mayoría de los 1.100 kg de la sonda GOCE (Gravity Field and Steady-state
Ocean Circulation Explorer) se incinerarán al atravesar la atmósfera, hasta
50 fragmentos podrían caer en tierra firme o en el mar. GOCE ha
operado a unos 220 kilómetros de la superficie de la Tierra más bajo que
cualquier otro satélite, lo que le ha permitido elaborar el mapa de la
gravedad terrestre más preciso hasta la fecha. Pero
por el momento la hazaña científica del Ferrari del espacio como fue
bautizado el satélite por su diseño elegante parece estar en segundo plano. Por
ahora no podemos predecir cuándo y dónde esas partes pueden caer, pero
determinaremos con más precisión el área afectada en el momento del
reingreso, advirtió la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en
inglés), la responsable del satélite. Según
explicó, esta incertidumbre se debe a los constantes cambios en la atmósfera,
fuertemente influida por la actividad solar. La ESA
adelantó que actualizará constantemente sus predicciones y emitirá un alerta
a la población si es necesario. Sin
embargo, aclaró que los riesgos para la vida humana y la infraestructura son
mínimos, ya que dos tercios de la Tierra están cubiertos por agua y vastas
áreas del planeta se encuentran despobladas. Aun
así, la pregunta que muchos siguen haciéndose es: ¿qué pasa si, a pesar de
los peros, alguno de esos fragmentos termina apuntando hacia nosotros?. ¿Hay
algo que podamos hacer? Para
saberlo, BBC Mundo consultó a la mejor persona para responder este tipo de
dudas: el Dr. Nicholas Johnson, jefe científico del Programa de Desechos
Orbitales de la NASA, un centro pionero en el monitoreo de basura espacial. Dr.
Johnson, ¿existe la posibilidad de que partes del satélite GOCE caigan en
áreas pobladas? Sí. GOCE está sobrevolando la Tierra en una órbita que va
desde la latitud de 83 grados norte hasta los 83 grados sur. Es decir, sobre
una ancha franja horizontal que rodea el planeta entre el Ártico y la
Antártica. De modo que los fragmentos que sobrevivan a la atmósfera pueden
caer en cualquier parte dentro de esos límites. Entonces, con tantos restos de
aparatos que entran a la atmósfera, ¿siempre hay algún riesgo para los seres
humanos o la infraestructura? El riesgo es pequeño pero no equivalente a
cero. Muchos de los desechos que reingresan son muy pequeños y no sobreviven
a la fricción de la atmósfera para alcanzar la superficie de la Tierra. Una vez
a la semana un aparato espacial o un fragmento de un cohete cae al planeta.
Estos objetos a menudo contienen elementos que sí logran atravesar la
atmósfera. Sin embargo, la mayoría de estas partes terminan en el agua o en
una región escasamente poblada. |
La atmósfera de la Tierra
destruye los meteoros desde adentro. Un
nuevo estudio publicado en la última edición de la revista Meteoritics & Planetary Science ha
encontrado que los meteoros explotan desde adentro al momento que ingresan a
la atmósfera terrestre. Para
llegar a esta conclusión, los investigadores utilizaron simulaciones por
computadora en las que se muestran que los gases de nuestra atmósfera pueden
infiltrarse hacia el interior de los meteoros porosos a medida que se
precipitan hacia el planeta, creando bolsas de aire a alta presión dentro de
los bólidos. Estas bolsas luego pueden, luego, hacer que los meteoros
exploten y se rompan en pedazos más pequeños. Este
involuntario sistema de defensa planetario podría ser un beneficio para las
formas de vida en la Tierra, ya que evita que meteoros de gran tamaño, y
potencialmente destructivos, sobrevivan el tiempo suficiente como para
impactar la superficie de la Tierra, dijeron los investigadores. "Están
sucediendo más cosas de lo que se había pensado antes. En pocas palabras, la
atmósfera es una mejor pantalla contra los impactos pequeños de lo que
habíamos pensado", dijo en un
comunicado Jay Melosh, un geofísico de la Universidad de Purdue en Indiana y uno de los
autores del estudio. En el
estudio, los autores simularon el meteorito que explotó sobre Cheliábinsk,
Rusia, el 15 de febrero de 2013. La roca de 20 metros explotó 29.7 kilómetros
sobre la superficie de la Tierra, dañando edificios e hiriendo a más de mil
personas. Gran parte de ese evento fue captado en
video. Utilizando
las simulaciones, los investigadores intentaron comprender mejor cómo el
meteorito de Cheliábinsk se separó y se desintegró al momento que entró en la
atmósfera de la Tierra. Sin embargo, a diferencia de los modelos anteriores,
las nuevas simulaciones tuvieron en cuenta la porosidad del meteoro, según el
comunicado. En este
nuevo modelo se encontró que un asteroide de 20 metros de diámetro se
desintegraría en los momentos finales de su vuelo después de entrar en la
atmósfera en un ángulo de 45° con respecto al horizonte y con una velocidad
de 15 km/s. Los
resultados mostraron que la atmósfera de la Tierra proporciona una mejor
protección contra los meteoros de lo que los científicos pensaban
anteriormente, al crear una densa reserva de aire frente a la roca y un vacío
en la estela del meteoro. Como
resultado, "la burbuja de aire presurizada por delante del meteoro se ve
fuertemente atraída por el entorno de baja presión que se desarrolla detrás
del meteoro, haciendo que las partículas de aire fluyan rápidamente a través
de las grietas y agujeros de la roca desde el frente hasta la parte posterior
de la roca", dice el
comunicado.
Finalmente el aire de alta presión que es forzado a los rincones y grietas
del meteoro rompe la roca en la atmósfera superior de la Tierra. Aproximadamente
48.5 toneladas de materia
proveniente de meteoros aterrizan en la Tierra todos los días, según un comunicado de la
Unión Geofísica Americana (AGU según sus siglas en ingles). Ahora ya podemos
entender uno de los mecanismos con los que la atmósfera del planeta protege
su interior: calienta y finalmente desintegra los meteoros. |
EVIDENCIA O PRODUCTO : CUESTIONARIO
1. ¿ Qué entendemos
por basura espacial?
2.¿cómo
describes la basura espacial y cual es la velocidad de su movimiento ?
3.¿cuáles son
los peligros de la basura espacial ?
4.¿Puede caernos encima un trozo de basura espacial?
5.Describa las
capas de la atmosfera y realiza la respectiva grafica
Evidencia o
producto :Elabore un tríptico sobre la atmosfera.
Distancia de
la tierra a la luna: 384.400 km Distancia de
la tierra al sol : La energía del Sol tarda ocho minutos en llegar desde su
superficie a la Tierra, y sabemos que el astro rey se encuentra a,
aproximadamente, 149.597.870 kilómetros. |
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