PRIMERO CyT 3era semana 20 abril
Basura
espacial, ¿una contaminación lejana? La ONU alerta de que la
basura espacial amenaza las comunicaciones terrestres
Alrededor de
la Tierra orbitan en estos momentos cerca de 7.200 toneladas de basura
espacial, una cantidad que se espera que aumente de cara a 2030 ya que la
‘carrera espacial’ continúa en desarrollo y, sobre todo, porque los pequeños
satélites de bajo coste invaden cada vez más el espacio, según señalan los
expertos del Instituto Estatal Técnico Bauman (Rusia), que alertan de que
esta red de desechos se está convirtiendo en un problema global, ya que,
entre otros, puede afectar a las comunicaciones de datos de los satélites que
miden el cambio climático. |
Un problema creciente y sin
solución Y la
situación se agrava porque es un efecto en cadena, cuantos más objetos hay en
órbita, más probabilidades existen de nuevas colisiones y de crear más
chatarra a la deriva. La ESA estima
que existen unos 750.000 objetos de más de 1 centímetro sin utilidad
orbitando a enorme velocidad -56.000 kilómetros por hora- y cuyo impacto
contra un satélite o una estación espacial puede causar graves daños. Por el
momento no existen soluciones técnicas para este problema y la única medida
es prevenir la creación de nueva chatarra. Además, se
espera que la basura aumente, porque la carrera espacial continúa su
desarrollo y, sobre todo, porque una nueva generación de pequeños satélites
de bajo coste han comenzado a invadir el espacio. Elon Musk,
fundador de la empresa de coches eléctricos Tesla, y Jeff Bezos, dueño de
Amazon, son dos de los muchos empresarios que tienen proyectos para instalar
redes de pequeños satélites, o megaconstelaciones, para expandir la banda
ancha a todo el mundo. Space X -la
empresa de Musk- ha lanzado ya este año decenas de minisatélites dentro de su
proyecto para crear una densa red que ofrezcan servicios de internet de bajo
coste. "Si bien
la nueva tendencia de colocar grandes constelaciones de satélites en órbita
podría beneficiar en gran medida las tecnologías de comunicación, también
tiene el potencial de generar nuevos desechos espaciales, especialmente por
el mayor riesgo de colisión y el mayor número de lanzamientos por año",
expone Di Pippo. "Otra preocupación
con respecto a estas megaconstelaciones es su posible contaminación lumínica,
que podría complicar la observación e investigación espacial", agrega. "Al
igual que cualquier otra actividad espacial, los beneficios y los peligros de
las megaconstelaciones deberán sopesarse. La transparencia y la cooperación
internacional en los procedimientos de colocación de megaconstelaciones en el
espacio serán esenciales para mitigar el problema y garantizar la seguridad
futura del entorno espacial", abunda la responsable de la agencia de la
ONU. |
Un
peligro para las comunicaciones terrestres
Muchas actividades en la Tierra
dependen del espacio, porque cada vez que se hace una llamada telefónica o
una transacción financiera, se usa un geolocalizador o se consulta el tiempo,
se utilizan datos transmitidos por satélites. "Debido al riesgo de
colisión, los satélites de telecomunicaciones, y en general todos nuestros
objetos funcionales en el espacio exterior, afrontan un riesgo creciente de
daños por la basura espacial", subraya la experta italiana. Di Pippo expone que la comunidad internacional trabaja para preserva el
espacio como bien común de la humanidad para las generaciones futuras, y se
impulsa que los estados y las empresas adopten medidas voluntarias para
mitigar la creación de residuos. Por el momento no existe una
regulación internacional obligatoria para evitar chatarra espacial entre
quienes participan en la carrera espacial, tanto estados como empresas. Aunque el número de lanzamiento
anuales ha aumentado en la última década -en 2018 se produjeron 111 mientras que
en 2008 fueron 66- cada vez más actores diseñan los objetos espaciales para
que, una vez cumplan con su cometido, puedan desaparecer de la órbita. La astrofísica italiana subraya
que la tecnología espacial es imprescindible para lograr los Objetivos de
Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Sin embargo, "un aumento
continuo de desechos espaciales o una falla en la aplicación de medidas para
mitigar el problema podría afectar negativamente a estos esfuerzos",
advierte. "Sólo trabajando juntos se pueden
encontrar soluciones para el tema de los desechos espaciales: las alianzas y
la cooperación entre todos los actores espaciales serán cruciales para
prevenir y minimizar la creación de nuevos basura espacial", concluye. |
¿Puede
caernos encima un trozo de basura espacial?
En estos días se espera que se desplome
sobre la Tierra una sonda y los científicos aún no saben dónde impactará ¿Es
posible que caiga en zonas urbanas?
Al principio
el anuncio pasó casi inadvertido: un satélite europeo que durante cuatro años
estudió en detalle la fuerza de gravedad de la Tierra se quedó sin energía y
se desplomará sobre el planeta a principios de noviembre. Hasta que un
detalle puso en alerta a los científicos de la misión: si bien la mayoría de
los 1.100 kg de la sonda GOCE (Gravity Field and Steady-state Ocean
Circulation Explorer) se incinerarán al atravesar la atmósfera, hasta 50
fragmentos podrían caer en tierra firme o en el mar. GOCE ha
operado a unos 220 kilómetros de la superficie de la Tierra más bajo que
cualquier otro satélite, lo que le ha permitido elaborar el mapa de la
gravedad terrestre más preciso hasta la fecha. Pero por el
momento la hazaña científica del Ferrari del espacio como fue bautizado el
satélite por su diseño elegante parece estar en segundo plano. Por ahora no
podemos predecir cuándo y dónde esas partes pueden caer, pero determinaremos
con más precisión el área afectada en el momento del reingreso, advirtió la
Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), la responsable del
satélite. Según
explicó, esta incertidumbre se debe a los constantes cambios en la atmósfera,
fuertemente influida por la actividad solar. La ESA
adelantó que actualizará constantemente sus predicciones y emitirá un alerta
a la población si es necesario. Sin embargo,
aclaró que los riesgos para la vida humana y la infraestructura son mínimos,
ya que dos tercios de la Tierra están cubiertos por agua y vastas áreas del
planeta se encuentran despobladas. Aun así, la
pregunta que muchos siguen haciéndose es: ¿qué pasa si, a pesar de los peros,
alguno de esos fragmentos termina apuntando hacia nosotros?. ¿Hay algo que
podamos hacer? Para saberlo,
BBC Mundo consultó a la mejor persona para responder este tipo de dudas: el
Dr. Nicholas Johnson, jefe científico del Programa de Desechos Orbitales de
la NASA, un centro pionero en el monitoreo de basura espacial. Dr. Johnson,
¿existe la posibilidad de que partes del satélite GOCE caigan en áreas
pobladas? Sí. GOCE está sobrevolando la Tierra en una órbita que va desde la
latitud de 83 grados norte hasta los 83 grados sur. Es decir, sobre una ancha
franja horizontal que rodea el planeta entre el Ártico y la Antártica. De
modo que los fragmentos que sobrevivan a la atmósfera pueden caer en
cualquier parte dentro de esos límites.
Una vez a
la semana un aparato espacial o un fragmento de un cohete cae al planeta. Estos
objetos a menudo contienen elementos que sí logran atravesar la atmósfera. Sin
embargo, la mayoría de estas partes terminan en el agua o en una región
escasamente poblada. |
La atmósfera de la Tierra destruye los meteoros desde
adentro. Un nuevo estudio publicado en la
última edición de la revista Meteoritics & Planetary Science ha encontrado que los
meteoros explotan desde adentro al momento que ingresan a la atmósfera
terrestre. Para llegar a esta conclusión,
los investigadores utilizaron simulaciones por computadora en las que se
muestran que los gases de nuestra atmósfera pueden infiltrarse hacia el
interior de los meteoros porosos a medida que se precipitan hacia el planeta,
creando bolsas de aire a alta presión dentro de los bólidos. Estas bolsas
luego pueden, luego, hacer que los meteoros exploten y se rompan en pedazos
más pequeños. Este involuntario sistema de
defensa planetario podría ser un beneficio para las formas de vida en la
Tierra, ya que evita que meteoros de gran tamaño, y
potencialmente destructivos, sobrevivan el tiempo suficiente como para
impactar la superficie de la Tierra, dijeron los investigadores. "Están sucediendo más
cosas de lo que se había pensado antes. En pocas palabras, la atmósfera es
una mejor pantalla contra los impactos pequeños de lo que habíamos
pensado", dijo en un comunicado Jay Melosh, un
geofísico de la Universidad de Purdue en Indiana y uno de los autores del
estudio. En el estudio, los autores
simularon el meteorito que explotó sobre Cheliábinsk, Rusia, el 15 de febrero
de 2013. La roca de 20 metros explotó 29.7 kilómetros sobre la superficie de
la Tierra, dañando edificios e hiriendo a más de mil personas. Gran parte de
ese evento fue captado en video. Utilizando las simulaciones,
los investigadores intentaron comprender mejor cómo el meteorito de
Cheliábinsk se separó y se desintegró al momento que entró en la atmósfera de
la Tierra. Sin embargo, a diferencia de los modelos anteriores, las nuevas
simulaciones tuvieron en cuenta la porosidad del meteoro, según el comunicado. En este nuevo modelo se
encontró que un asteroide de 20 metros de diámetro se desintegraría en los
momentos finales de su vuelo después de entrar en la atmósfera en un ángulo
de 45° con respecto al horizonte y con una velocidad de 15 km/s. Los resultados mostraron que la
atmósfera de la Tierra proporciona una mejor protección contra los meteoros
de lo que los científicos pensaban anteriormente, al crear una densa reserva
de aire frente a la roca y un vacío en la estela del meteoro. Como resultado, "la
burbuja de aire presurizada por delante del meteoro se ve fuertemente atraída
por el entorno de baja presión que se desarrolla detrás del meteoro, haciendo
que las partículas de aire fluyan rápidamente a través de las grietas y
agujeros de la roca desde el frente hasta la parte posterior de la roca", dice el comunicado. Finalmente el aire de
alta presión que es forzado a los rincones y grietas del meteoro rompe la
roca en la atmósfera superior de la Tierra. Aproximadamente 48.5 toneladas
de materia proveniente de meteoros aterrizan
en la Tierra todos los días, según un comunicado de la Unión Geofísica
Americana (AGU según sus siglas en ingles). Ahora ya podemos entender uno de
los mecanismos con los que la atmósfera del planeta protege su interior:
calienta y finalmente desintegra los meteoros. |
EVIDENCIA O PRODUCTO : CUESTIONARIO¿ ?
1. ¿ Qué entendemos por basura espacial?
2.¿cómo describes la basura espacial y cual es la velocidad de su movimiento ?
3.¿cuáles son los peligros de la basura espacial ?
4.¿Puede caernos encima un trozo de basura espacial?
5.Describa las capas de la atmosfera y realiza la respectiva grafica
Evidencia o producto :Elabore un tríptico sobre la atmosfera.
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