lunes, 30 de agosto de 2021

PRIMERO SEMANA 19 (31 AGOSTO)Ex 6 (Comp Explica Act: 2 )BIMEST 3( SEMANAS: 1/3)

 

EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE 6

• Título: Fortalecemos nuestro sistema inmunológico en armonía con el ambiente

• Fecha: Del 30 de agosto al 17 de setiembre de 2021

• Periodo de ejecución: Tres semanas (1/3)

• Ciclo y grado: Ciclo VI (1.° y 2.° de secundaria)

• Áreas: Comunicación, Desarrollo Personal, Ciudadanía y Cívica, Ciencias Sociales, Matemática y Ciencia y Tecnología

 

ENFOQUES TRANSVERSALES

                              VALORES

Enfoque de derechos

Enfoque de igualdad de genero

 

Enfoque Orientación al bien común


 

PRODUCTO : Discurso u otro medio de difusión para fomentar el ejercicio de nuestros derechos, como el acceso al agua, con el fin de construir a una mejor sociedad.

Competencias

Criterios

Actividades

Explica el mundo físico basándose en conocimientos sobre los seres vivos, materia y energía, biodiversidad, Tierra y universo.

• Explica el funcionamiento del sistema inmunológico cutáneo relacionando conceptos, características, datos y evidencias con respaldo científico. • Explica cómo el saber científico y tecnológico contribuyen a cambiar las ideas de las personas respecto a fortalecer su sistema inmunológico.

 Actividad 2: Explico cómo nos defiende el sistema inmunológico cutáneo y los tipos de inmunidad. Actividad 7: Explicamos cómo la ciencia y la tecnología contribuyen al cambio de ideas sobre los alimentos y el sistema inmunológico. 
Indaga mediante métodos científicos para construir conocimientos.

• Problematiza situaciones de indagación generando la pregunta indagatoria e hipótesis en torno al efecto del jugo de limón en la oxidación de los alimentos. • Diseña estrategias para indagar sobre el efecto del jugo de limón en la oxidación de los alimentos. • Registra y analiza los datos resultantes de su indagación sobre el efecto del jugo de limón en la oxidación de los alimentos. • Genera conclusiones respecto al efecto del jugo de limón en la oxidación de los alimentos a la luz de su pregunta e hipótesis de indagación.

Actividad 6: Indagamos sobre la acción del jugo de limón. 

 

                                                            SITUACION SIGNIFICATIVA DE LA EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE

En la búsqueda de fortalecer nuestro sistema inmunológico ante las enfermedades, con frecuencia recibimos abundante y distinta información de diversas fuentes y medios de comunicación, lo que puede repercutir en nuestra salud personal, familiar y colectiva. Sin embargo, los estudiantes del ciclo VI de la I.E. Santa María no están bien informados sobre cómo funciona nuestro organismo para defenderse ante los virus y microorganismos que puedan causar enfermedades. También, desconocemos el valor nutricional de algunos alimentos de la región Arequipa que fortalecen nuestro sistema inmunológico.

Ante esta realidad, ¿cómo podríamos fortalecer nuestro sistema inmunológico aprovechando en forma sostenible los recursos que se encuentran en nuestra región?

 

 

PROPÓSITO

Elaborar recomendaciones para fortalecer nuestro sistema inmunológico, aprovechando en forma sostenible los recursos que se encuentran en nuestra región.

PRODUCTO

Recomendaciones en una cartilla u otro medio sobre cómo fortalecer nuestro sistema inmunológico aprovechando en forma sostenible los recursos que se encuentran en nuestra región.

 







Qué es el sistema inmunológico y cómo nos protege del Covid-19

Tener una alimentación balanceada, buena salud mental y dormir lo adecuado puede fortalecer las defensas.

 

El sistema inmune o inmunológico es una red de órganos, tejidos y células interconectados que tienen la misión de protegernos ante agentes extraños o noxas. De esta manera es posible montar una respuesta de defensa, por ejemplo, frente a un agente infeccioso. Se concentra en la médula ósea y timo donde nace, y también se encuentra en las amígdalas, adenoides, placas de Peyer, hígado, bazo y ganglios, entre otros.

“Lo que hace el sistema inmune es vigilar y detectar cualquier cosa que pueda hacer daño al organismo, como virus, bacterias u otros agentes. Una vez que lo reconoce, activa un mecanismo de respuesta para atacarlo”, explica la Dra. Ana María Gallardo, inmunóloga de Clínica Universidad de los Andes.

El primer tipo de inmunidad que se desarrolla es la innata, que son principalmente células (macrófagos, células dendríticas y neutrófilos) presentes en áreas de contacto frecuente con agentes extraños (tracto respiratorio y digestivo), y así actúan frente a estos. Es muy eficiente y, en ocasiones, basta con esto solamente. Sin embargo, otras veces es necesaria la acción de la inmunidad adaptativa, que es específica para determinado agente y es una respuesta más poderosa y especializada que se va desarrollado con los años.

“Se nace con un sistema inmune inmaduro, el que va madurando con los años gracias al contacto con los agentes infecciosos, lo que hace que este sistema cree un repertorio, lo que llamamos memoria inmunológica. Cuando tenemos la primera infección, hacemos un cuadro clínico con síntomas, pero al enfrentarnos por segunda vez a ese agente, y ya estando protegidos, no desarrollamos la enfermedad o el cuadro clínico es mucho menor”, afirma la Dra. Gallardo.

Para estar sanos y que el sistema inmunológico actúe de manera adecuada, es importante fortalecerlo de la siguiente manera:

-        Mantener una alimentación balanceada, que incluya proteínas, verduras, frutas y carbohidratos.

-        Ingerir ciertos oligoelementos que benefician las defensas como el selenio y zinc, además de las vitaminas. No es necesario consumirlos como suplemento si se tiene una dieta equilibrada.

-        Tener una buena calidad de sueño.

-        Tener una salud mental sana.

-        Evitar el consumo de alcohol y tabaco, ya que perjudican las defensas en la cavidad oral.

Por otro lado, un sistema inmune puede ser deficiente en personas que, por factores hereditarios, nacen con defectos inmunológicos y toda la vida este funciona de manera inadecuada, por lo que son susceptibles a enfermarse. También puede perjudicarlo una alimentación pobre, no dormir bien y el estrés crónico.

En cuanto a cómo saber si nuestro sistema inmune está sano, la Dra. Gallardo asegura que es esperable tener un par de infecciones al año, pero quienes se enferman muchas veces o muy gravemente, deberían hacerse una evaluación con un especialista, porque puede tratarse de una inmunodeficiencia congénita o de factores externos secundarios, como déficit nutricional o estrés, entre otros.

¿Tener Covid-19 deja inmunidad?

Esta es una pregunta que se han hecho los científicos de todo el mundo, pero todavía no se tiene certeza de que así sea: “No se sabe todavía, como el Sars-Cov-2 es un virus nuevo, sabemos que sí se producen anticuerpos que ayudarían a la recuperación, pero no está claro si protegen de una nueva infección ni por cuánto tiempo”, explica la Dra. Ana María Gallardo.

Agrega que los virus son particularmente complejos porque tienen muchos mecanismos de evasión a la respuesta inmune. Históricamente, ha sido difícil inhibirlos con medicamentos y, en relación a las vacunas, han sido una ayuda valiosísima pero su desarrollo habitualmente es costoso y lento, ya que no solo deben ser eficaces, también tienen que ser muy seguras para que no enfermen a las personas.

Debido al contexto que estamos viviendo, los procesos para llegar al desarrollo y producción de una vacuna se están acelerando de manera extraordinaria, hasta ahora con resultados muy esperanzadores. Pero hay que ser prudentes, y esperar lo que ocurra en los próximos meses.

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¿Qué es el sistema inmunitario?

Su sistema inmunitario es una compleja red de células, tejidos y órganos. Juntos ayudan a su cuerpo a combatir infecciones y otras enfermedades.

Cuando los gérmenes como bacterias o virus invaden su cuerpo, atacan y se multiplican. Esto se conoce como infección. La infección causa la enfermedad que lo afecta. Su sistema inmunitario lo protege de la enfermedad combatiendo los gérmenes.

¿Cuáles son las partes del sistema inmunitario?

El sistema inmunitario tiene muchas partes diferentes, incluyendo:

  • Su piel: Puede ayudar a evitar que los gérmenes ingresen al cuerpo
  • Membranas mucosas: Son los revestimientos internos húmedos de algunos órganos y cavidades corporales. Producen mucosidad y otras sustancias que pueden atrapar y combatir los gérmenes
  • Glóbulos blancos: Luchan contra los gérmenes
  • Órganos y tejidos del sistema linfático: Incluyen el timo, el bazo, las amígdalas, los ganglios linfáticos, los vasos linfáticos y la médula ósea. Producen, almacenan y transportan glóbulos blancos

¿Cómo funciona el sistema inmunitario?

Su sistema inmunitario defiende su cuerpo contra sustancias que considera dañinas o extrañas. Estas sustancias se llaman antígenos. Pueden ser gérmenes como bacterias y virus; o sustancias químicas o toxinas. También pueden ser células dañadas por el cáncer o quemaduras solares.

Cuando su sistema inmunitario reconoce un antígeno, lo ataca. A esto se le llama respuesta inmune. Parte de esta respuesta es producir anticuerpos. Los anticuerpos son proteínas que actúan para atacar, debilitar y destruir antígenos. Su cuerpo también produce otras células para combatir el antígeno.

Luego, su sistema inmunitario recuerda el antígeno. Si vuelve a reconocerlo, puede identificarlo y enviar rápidamente los anticuerpos correctos. Gracias a esto, en la mayoría de los casos usted no se enferma. A esta protección contra una determinada enfermedad se conoce como inmunidad.

¿Qué problemas puede tener el sistema inmunitario?

A veces, una persona puede tener una respuesta inmune aunque no exista una amenaza real. Esto puede provocar problemas como alergiasasma y enfermedades autoinmunes. Si tiene una enfermedad autoinmune, su sistema inmunitario ataca por error a las células sanas de su cuerpo.

 

Otros problemas del sistema inmunitario ocurren cuando no funciona bien. Estos problemas incluyen enfermedades por inmunodeficiencia. Si tiene una enfermedad de inmunodeficiencia, se enferma con más frecuencia. Sus infecciones pueden durar más y pueden ser más graves y más difíciles de tratar. A menudo son trastornos genéticos.

 

Existen otras enfermedades que pueden afectar su sistema inmunitario. Por ejemplo, el VIH es un virus que daña su sistema inmunitario al destruir sus glóbulos blancos. Si el VIH no se trata, puede causar sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida). Las personas con sida tienen gravemente dañado su sistema inmunitario y sufren muchas enfermedades serias.


 









ACTIVIDAD 2

Explico cómo nos defiende el sistema inmunológico cutáneo

 

La piel, debido a su gran superficie y accesibilidad, es el órgano que se encuentra más ampliamente en contacto con el medio exterior y actúa, por lo tanto, como una barrera protectora contra los agentes patógenos.

 

En las actividades anteriores leímos sobre la necesidad de reforzar nuestro cuerpo y poder disminuir la posibilidad de enfermarnos, ahora haremos uso de la información científica para explicar cómo la piel al ser parte del sistema inmunológico nos defiende de agentes extraños. Esto nos permitirá más adelante elaborar recomendaciones para su cuidado.

Actualmente la COVID-19 es una infección que afecta a muchas personas; se habla de la colocación de balones de oxígeno y el uso de diversos medicamentos, pero también sabemos que en nuestra comunidad y localidad existen además otras posibles enfermedades e infecciones.

 

Actividad 2 | Recurso 1 | 

El sistema inmunológico

¿Qué es el sistema inmunológico y cómo funciona?1

El sistema inmunológico, que está compuesto por células, proteínas, tejidos y órganos, que colaboran entre sí para protegernos, nos defiende contra virus y microorganismos todos los días. La mayoría de las veces el sistema inmunológico realiza un gran trabajo, manteniéndonos sanos y previniendo posibles infecciones. Pero a veces surgen problemas en este sistema que provocan enfermedades e infecciones, es la defensa del cuerpo contra los organismos infecciosos y otros agentes invasores. A través de una serie de pasos conocidos como  respuesta inmunitaria, el sistema inmunológico ataca a los organismos y sustancias que invaden el cuerpo y provocan enfermedades. El cuerpo humano está protegido del medio por una barrera mecánica continua, formada por una membrana cutánea (la piel) y membranas mucosas. La piel es el órgano más grande del cuerpo y la principal barrera física entre el organismo y el medio exterior. Además, la piel tiene la capacidad de generar y apoyar las reacciones inmunitarias locales debido a que presenta linfocitos y macrófagos cutáneos.

Las células del sistema inmune que incluyen linfocitos, granulocitos y monocitos macrófagos se forman en la médula ósea a partir de células pluripotentes, a través de un proceso finamente regulado y en el que participan varias citoquinas. Los linfocitos son las células que participan en la inmunidad adquirida o específica. Las células T participan en la inmunidad celular y las células B en la inmunidad humoral. Una tercera subpoblación de linfocitos, las células NK, participan en la inmunidad celular de tipo innata. Las células del Sistema Fagocítico Mononuclear (monocitos, macrófagos y células dendríticas) tienen como función fagocitar, actividad más desarrollada en los macrófagos, que son células tisulares derivadas de los monocitos circulantes. Los granulocitos (neutrófilos, eosinófilos y basófilos) presentan particularidades morfológicas y funcionales. La principal función de los neutrófilos es su capacidad fagocítica.

Todos ellos tienen los procesos de activación, quimiotaxis, fagocitosis y bacteriolisis. Los órganos linfoides se pueden clasificar en primarios (timo y médula ósea) y secundarios (bazo, ganglios linfáticos y tejido linfoide asociado a mucosas). En el timo maduran los LT y en la médula ósea los LB. En los órganos linfoides secundarios, los linfocitos toman contacto con los antígenos y es en ellos donde se genera la respuesta inmune específica (células efectoras y de memoria). En estos órganos existen zonas ricas en células B, y otras en que, principalmente, existen células T. La capacidad de los linfocitos de recircular entre los órganos linfoides secundarios, vasos linfáticos, conducto torácico y vasos sanguíneos le permiten tomar contacto con antígenos en diferentes lugares del organismo.2

 

 

Inmunidad. Los seres humanos tenemos tres tipos de inmunidad: innata, adaptativa y pasiva.

Inmunidad innata. Todos venimos al mundo con una inmunidad innata (o natural), una suerte de protección general que compartimos todos los seres humanos. Muchos de los gérmenes que afectan a otras especies no son nocivos para el ser humano. Por ejemplo, los virus que provocan la leucemia en los gatos o el moquillo en los perros no nos afectan a los humanos. La inmunidad innata funciona en ambos sentidos, ya que algunos virus que enferman a los humanos, como el VIH/SIDA, no enferman ni a gatos ni a perros. También incluye las barreras externas del cuerpo, como la piel y las mucosas (que recubren el interior de la nariz, la garganta y el tubo digestivo) y que son nuestra primera línea de defensa, evitando que las enfermedades entren en el organismo. De romperse esta pared externa protectora (como cuando nos hacemos un corte), la piel intenta cerrarse lo más deprisa posible y células inmunitarias dérmicas especiales atacan a los gérmenes invasores.

Inmunidad adaptativa. Es llamada también activa. Este tipo de inmunidad se desarrolla a lo largo de la vida de una persona. En la inmunidad adaptativa participan los linfocitos y este tipo de inmunidad se desarrolla conforme la persona va exponiéndose a las enfermedades o se inmunizan contra ellas vacunándose, de allí la importancia de la ciencia y la tecnología para la investigación, elaboración y evaluación rigurosas de vacunas que puedan protegernos ante agentes infecciosos.

Inmunidad pasiva. La inmunidad pasiva es un tipo de protección “prestada”, o de origen externo, y de breve duración. Por ejemplo, los anticuerpos que contiene la leche materna proporcionan al lactante una inmunidad temporal a las enfermedades a que se ha expuesto su madre. Esto ayuda a proteger a los lactantes contra posibles infecciones durante los primeros años de la infancia.3

 

Actividad 2 | Recurso 2 |

La piel como parte del sistema inmunológico

El cuerpo humano está protegido del medio por una barrera física, mecánica continua, formada por una membrana cutánea (la piel) y membranas mucosas. La piel es el órgano más grande (su extensión depende del peso y la talla de cada persona), también es complejo, porque nos recubre y protege del medio exterior (de las agresiones) y esto lo hace vulnerable a crecimientos, erupciones, decoloración, quemaduras, heridas, infecciones, etc. Además, la piel tiene la capacidad de generar y apoyar las reacciones inmunitarias locales debido a que presenta linfocitos y macrófagos cutáneos. La piel podemos dividirla en tres capas desde el punto de vista histológico: la epidermis, la dermis y la hipodermis o tejido celular subcutáneo.

 

La piel es un órgano dinámico formado por diferentes tipos de células que desempeñan, entre otras, funciones de inmunidad innata y adaptativa, que se activan cuando existen agresiones al tejido.2 La respuesta inmunitaria adaptativa la realiza mediante las células dendríticas (Langerhans) y su función es atrapar a los antígenos, los encierran, hacen fagocitosis y por medio de la linfa los llevan hasta los ganglios linfáticos, donde presentan los antígenos ante los linfocitos T quedando estos sensibilizados. Los linfocitos T sensibilizados son capaces de ubicarse alrededor de los vasos sanguíneos de la piel, donde habitarán como células de memoria que pueden reaccionar con el antígeno cuando este vuelva a ingresar y entonces desencadena una respuesta inflamatoria inmune celular. Al igual que la piel, los epitelios mucosos representan barreras entre los ambientes interno y externo y, por lo tanto, constituyen una importante primera línea de defensa. Los queratinocitos actúan como iniciadores de la inflamación gracias a la liberación de diferentes citocinas y de factores proinflamatorios.3

 





Los queratinocitos son las células que producen queratina y además producen citocinas que son moléculas solubles con funciones de regulación de las células epiteliales y células dérmicas. Los queratinocitos forman las 4 capas de la epidermis: capa basal, estrato espinoso, estrato granuloso y capa córnea.

 












Sistema inmune cutáneo

Iván Jara Padilla (Universidad de chile)

En 1978 Streilein creo el concepto de SALT, que significa tejido linfoide asociado a piel, concepto revolucionario en que se demostraba, que la piel tenia tina capacidad inmunológica; En 1986 Bos habla del termino de sistema inmune cutáneo (SIC), donde se desarrolla totalmente el concepto que la piel también es un órgano inmunológico.

El SIC tiene como funciones de efectuar una respuesta inmune a nuevos antígenos y antígenos conocidos y puede a nivel cutáneo tener funciones de inmunovigilancia. Los componentes del SIC son los queratinocitos, células dendríticas como las células de Langerhans y los dendrocitos dérmicos: los linfocitos T, las células endoteliales y otras células residentes en la piel como las células cebadas, polimorfonucleares (PMNs) fibroblastos, entre otras, Todas estas células tienen una proximidad anatómica y sé interrelacionan, entre sí. por medio de: citoquinas. moléculas de adhesión (MACs). moléculas de superficie celulares y mediadores

Las más importantes son las citoquinas que son mediadores proteicos. con secreción autolimitada por las células. son producidas por casi todas las células que comprenden el SIC, tienen efectos múltiples sobre una misma célula y pueden ejercer una función auto y paraecrina y en menos ocasiones una función endocrina.

Por ser el queratinocito la célula más importante de la epidermis (80%). todo el desarrollo de esta exposición será alrededor de esta célula; porque esta célula secreta gran cantidad de citoquinas como IL-1, IL-3, IL-6, IL-10, IL-12, IL-8. También secreta Interferón alfa y beta, factor de necrosis tumoral (FNT) alfa, como también múltiples factores estimuladores de colonias y factores de crecimiento.

El queratinocito es también activado por múltiples citoquinas, provenientes de los PMNs, linfocitos B y T, citoquinas provenientes de las células cebadas y células de Langerhans y por último el queratinocito expresa en su superficie moléculas de adhesión y antígenos mayores de histocompatibilidad MHCI y MHCII.

 




PRESENTAR EL SIGUIENTE PRODUCTO O EVIDENCIA :





-Exploramos y respondemos

• ¿Recuerdas la última vez que te enfermaste?

• ¿Cómo y en qué momento habrá reaccionado tu organismo?

• ¿Qué explicaciones tendría esta situación? ¿Qué fuentes nos ayudarían a explicar lo que sucedió con nuestro cuerpo?

-Leemos Ahora leemos el texto: “El sistema inmunológico” que se encuentra en la sección “Recursos para mi aprendizaje”. Tomamos nota o subrayamos las ideas importantes y respondemos las siguientes preguntas:

• ¿Qué ayuda a las personas a recuperar su salud?

• ¿Evalúa que acciones pone en práctica tu familia y comunidad para hacer frente a las enfermedades y qué más les faltaría por hacer?

• ¿Cuál es la función de los leucocitos en el sistema inmunológico?

-Explicamos

• Explica por qué cuando a un niño se le da de lactar desarrolla inmunidad pasiva.

• Pregunta a tus padres qué vacunas has recibido hasta el momento. Explica cómo se ha generado inmunidad en tu organismo.

• Explica por qué algunas personas se enferman más que otras.

- A continuación, revisa el texto: “La piel como parte del sistema inmunológico” disponible en la sección “Recursos para mi aprendizaje”, en la que encontrarás cómo funciona la piel en el sistema inmunológico.

• ¿Has escuchado hablar de algunas enfermedades en tu comunidad? ¿Cómo se curan las personas de estas enfermedades?

• ¿Cómo está estructurada la piel para cumplir su función inmunológica o de defensa ante agentes infecciosos?

• ¿Cómo actúan las células linfocitos en el sistema inmunológico cutáneo?

• Explica con la ayuda de un organizador visual cómo nos defiende el sistema inmunológico cutáneo.

 

 





viernes, 27 de agosto de 2021

CUARTO SEMANA 18 (27 Agosto :3erBIMES): Exp 5(C: Explica:Act6 )(3 semanas:3/3)

 EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE 5

• Título: Promovemos acciones para una mejor convivencia

• Fecha: Del 9 al 27 de agosto de 2021

• Periodo de ejecución: Tres semanas ( 3/3 )

• Ciclo y grado: Ciclo VII (5.° de secundaria) • Áreas: Comunicación, Matemática, Ciencia y Tecnología, Desarrollo Personal, Ciudadanía y Cívica y Ciencias Sociales

 

COMPETENCIA

CRITERIOS

ACTIVIDADES

Explica el mundo físico basándose en conocimientos sobre los seres vivos, materia y energía, biodiversidad, Tierra y universo.

•Explica, basado en conocimientos científicos, el ADN, ARN y los resultados del Proyecto Genoma Humano. 


Actividad 6: Explicamos que las características hereditarias dependen de la información genética. 

Actividad 7: Explicamos la importancia del genoma humano para promover una mejor convivencia.

Actividad 8: Analizamos y explicamos el ADN, ARN y los resultados del Proyecto Genoma Humano. 





 Enfoques transversales

• Enfoque ambiental

• Enfoque de derechos

• Orientación al bien común

               EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE INTEGRADA 5 | 5.° grado

Actividad 10: Analizamos y explicamos el ADN, ARN y los resultados del Proyecto Genoma Humano. 

 








En la actividad anterior terminaste la indagación sobre la biomecánica y observaste que el funcionamiento del cuerpo es semejante en las personas, incluso es semejante en los animales. Ahora vas a revisar los resultados del Proyecto Genoma Humano para entender las semejanzas y las diferencias en nuestra especie y reflexionar sobre el respeto, y contribuir a la buena convivencia y el buen vivir.

 

Resultados del Proyecto Genoma Humano (PGH)1

 

 

 Introducción. Todos los organismos vivos estamos compuestos por células. La información genética está contenida en el ADN (ácido desoxirribonucleico). Esta sustancia química es el componente principal de los cromosomas del núcleo de las células. Las células del cuerpo humano tienen 46 cromosomas, en realidad, 23 pares. De cada par, uno de los cromosomas proviene del padre y el otro de la madre, y se dice que los dos cromosomas de cada par son homólogos entre sí. La molécula de ADN está formada por la repetición de unidades químicas menores llamadas bases.Hay cuatro bases identificadas por las letras A, T, C y G, por adenina, timina, citosina y guanina, respectivamente. Dos hebras de ADN se aparean para formar la estructura en doble hélice descubierta por Watson y Crick en 1953.

 



















PENTOSA DEL ADN y ARN



FORMULA  QUIMICA GLOBAL DE RIBOSA : C5H10O5

La desoxirribosa es un azúcar de fórmula química : C5H10O4, derivado de la ribosa por pérdida de un átomo de oxígeno. Este azúcar es un sólido cristalino e incoloro, bastante soluble en agua.

 











GENOMA HUMANO MAS CERCA DE SER COMPLETADO








Algunas cifras del PGH:

1. El genoma humano contiene 3,1647 x 106 kb, es decir, 3 164 700 000 pares de bases.

2. El tamaño del gen promedio es de 3000 pares de bases (3 kb), pero existe una gran variedad de tamaños. El gen humano más grande codifica la proteína distrofina (presente en órganos como los músculos) con 2,4 millones de bases.

3. El número total de genes estimado es de 30 000 a 50 000. Este resultado es mucho menor a las estimaciones previas al PGH.

4. Se conoce menos del 50 % de las funciones de los genes descubiertos.

5. Menos del 2 % del genoma codifica proteínas.

6. Las secuencias repetidas que no codifican proteínas forman al menos el 50 % del genoma humano.

7. Las secuencias repetitivas no tienen funciones directas, pero forman parte de la estructura y dinámica del cromosoma. Con el tiempo, estas repeticiones reacomodan al genoma creando nuevos genes y modificando y reorganizando los genes existentes.

8. Durante los pasados 50 millones de años, parece haber ocurrido una disminución considerable de la tasa de repeticiones en el genoma humano.

 

 

Impacto científico del Proyecto Genoma Humano (PGH) en biología y medicina2 Desde el punto de vista científico dos aspectos biológicos relacionados al conocimiento de los primeros resultados del proyecto genoma humano han resultado muy novedosos. Por una parte, se estima que alrededor del 97 % del genoma no correspondería a genes, es decir, que no se ha identificado un producto de estas secuencias y solo un 3 % de la información genética representaría a los genes que se expresan en algún producto. En otras palabras, el 97 % del genoma no tendría función conocida. Por otra parte, la comparación entre el genoma de dos personas distintas arroja un 99,9 % de similitud genética, lo que permite invalidar el concepto biológico de raza. Además, la información del PGH revela que existe una homología muy alta con el genoma de monos, ratones y otros mamíferos, lo que ha permitido abordar estudios sobre las relaciones evolutivas del hombre con otras especies. En medicina, el impacto ya producido y el que se está generando progresivamente se refiere a una nueva concepción de la medicina, más preventiva que la actual medicina eminentemente curativa. El conocimiento de la constitución genética de una persona podrá ayudar a prevenir el desarrollo de enfermedades futuras no solo de afecciones genéticas, sino que incluso de afecciones de causa ambiental como, por ejemplo, el conocimiento de genes de susceptibilidad para enfermedades infecciosas. En un futuro no muy lejano el actual perfil bioquímico será muy probablemente reemplazado por un “perfil genético”. La información obtenida por el PGH ha permitido el desarrollo de sofisticados tests o pruebas de diagnóstico genético incluso utilizando microchips de ADN, que en la actualidad ya pueden diagnosticar hasta 10 000 mutaciones. Estos tests pueden aplicarse a personas ya enfermas o a aquellas que todavía no han desarrollado una particular afección genética, o sea, un diagnóstico presintomático. También pueden aplicarse para el estudio de células del feto o del embrión. Finalmente, el PGH contribuirá al desarrollo de nuevos fármacos, que permitan un tratamiento individualizado, ajustado a cada paciente, de acuerdo con su constitución genética.

 


Breve historia del concepto de raza

La raza, cuyo significado científico inicia probablemente de las señales visuales y genéticas de la diversidad humana, es una idea con un pasado palpable, un presente conocido y un futuro incierto. Los cambios se deben a una serie de variables, como la geografía, la política, la cultura, la ciencia y la economía. A pesar del creciente consenso entre los científicos en que la raza no es, de hecho, un instrumento clasificatorio útil, comprender la diferencia y la diversidad humana sigue siendo un elemento fundamental de la práctica científica contemporánea, lo que supone una contradicción aparente: ¿cómo estudiar la diferencia humana sin hablar de la raza? Por una parte, desde la década de 1930, los avances en la genética de poblaciones y la biología evolutiva han llevado a muchos a concluir que el concepto de raza no era un marcador de la diferencia biológica especialmente útil o preciso. El trabajo del biólogo evolutivo T. Dobzhansky influenció enormemente la forma en que los científicos trataban la raza; concluyó que la cantidad de razas humanas variaba en función de los rasgos que se examinaban. Aunque las diferencias humanas son reales, la forma de organizar esas diferencias es una decisión metodológica que no refleja una jerarquía evolutiva subyacente o la conservación de rasgos racializados a través de la mezcla de poblaciones. Este nuevo planteamiento se derivó de nuevos hallazgos en genética que demostraron que la variación genética era mucho más frecuente en una misma especie de lo que anteriormente se creía, y del desarrollo de lo que se conoce como la síntesis evolutiva en biología, la confluencia de la genética de poblaciones, la genética experimental y la historia natural, que rechazaba las nociones eugenésicas de la diferencia entre y en las especies. Finalmente, los cambios en el concepto de raza recibieron la influencia de un grupo creciente de científicos por lo general más liberales en las cuestiones de raza que sus predecesores. En 1972 el genetista R. Lewontin publicó un estudio en el que demostraba que las poblaciones humanas eran todavía más diversas genéticamente de lo que se creía. Lewontin, por medio de las técnicas genéticas moleculares de la electroforesis en gel de las que él mismo había sido pionero a mediados de la década de 1960, observó que la mayor parte de la variación genética (85,4 %) estaba “contenida en” los grupos raciales o “entre las poblaciones de una raza” (8,3 %), mientras que tan solo el 6,3 % de “la variación humana se justificaba por medio de una clasificación racial”. A raíz de estos hallazgos, Lewontin concluyó que la raza no tenía “prácticamente significación genética alguna”. A finales del siglo XX, el genetista L. Luca Cavalli-Sforza confirmó los hallazgos de Lewontin a través de estudios del ADN. Sus resultados demostraron que no había una discontinuidad genética significativa entre ninguna de las llamadas razas en nuestra especie que justificara el uso de la clasificación racial en los humanos.

Cavalli-Sforza estaba convencido de que esos resultados y los de otros estudios implicaban que la genética de poblaciones y la biología evolutiva habían demostrado de forma satisfactoria que la “subdivisión de la población humana en un pequeño número de grupos claramente diferenciados, raciales o continentales, (…) no viene avalada por el análisis actual del ADN”. Dado que los estudios venían confirmando los resultados de Lewontin desde hacía casi tres décadas, Cavalli-Sforza pensaba que “ahora la carga de la prueba recae sobre los partidarios de una base biológica para la clasificación racial humana”. Sin embargo, aunque estaba cada vez más claro que el concepto de raza no era una herramienta útil de clasificación, varios prominentes científicos, ninguno de ellos genetista, siguieron afirmando que la raza era, de hecho, un concepto biológico legítimo y que los que argumentaban contra la raza tenían intereses políticos, no científicos. Venter y Collins subrayaron que su trabajo confirmaba que la diversidad genética humana no puede recogerse en el concepto de raza, y que además demostraba que todos los humanos tienen secuencias de genoma que son idénticas en un 99,9 %. En la celebración de la Casa Blanca, Venter dijo: “El concepto de raza no tiene fundamento genético ni científico”. Un año más tarde, Collins escribió: “Los que desean trazar límites raciales precisos alrededor de ciertos grupos no podrán utilizar la ciencia como justificación legítima”. A pesar de los avances en el pensamiento científico sobre la raza, el racismo y la creencia en las razas persisten. El racismo es tan complicado que la ciencia por sí sola no puede erradicarlo. No obstante, los científicos tienen mucho que ofrecer al debate sobre la naturaleza de la raza y la clasificación racial, y haríamos bien en escuchar lo que dicen. Los genetistas Kelly Owens y Mary- Claire King son conscientes de ello cuando escriben: “Por supuesto, el prejuicio no necesita una base racional, y aún menos una base evolutiva, pero aún así vale la pena desechar con pruebas genéticas el mito de las grandes diferencias genéticas entre las “razas”.

 


Breve historia del concepto de raza

La raza, cuyo significado científico inicia probablemente de las señales visuales y genéticas de la diversidad humana, es una idea con un pasado palpable, un presente conocido y un futuro incierto. Los cambios se deben a una serie de variables, como la geografía, la política, la cultura, la ciencia y la economía. A pesar del creciente consenso entre los científicos en que la raza no es, de hecho, un instrumento clasificatorio útil, comprender la diferencia y la diversidad humana sigue siendo un elemento fundamental de la práctica científica contemporánea, lo que supone una contradicción aparente: ¿cómo estudiar la diferencia humana sin hablar de la raza? Por una parte, desde la década de 1930, los avances en la genética de poblaciones y la biología evolutiva han llevado a muchos a concluir que el concepto de raza no era un marcador de la diferencia biológica especialmente útil o preciso. El trabajo del biólogo evolutivo T. Dobzhansky influenció enormemente la forma en que los científicos trataban la raza; concluyó que la cantidad de razas humanas variaba en función de los rasgos que se examinaban. Aunque las diferencias humanas son reales, la forma de organizar esas diferencias es una decisión metodológica que no refleja una jerarquía evolutiva subyacente o la conservación de rasgos racializados a través de la mezcla de poblaciones. Este nuevo planteamiento se derivó de nuevos hallazgos en genética que demostraron que la variación genética era mucho más frecuente en una misma especie de lo que anteriormente se creía, y del desarrollo de lo que se conoce como la síntesis evolutiva en biología, la confluencia de la genética de poblaciones, la genética experimental y la historia natural, que rechazaba las nociones eugenésicas de la diferencia entre y en las especies. Finalmente, los cambios en el concepto de raza recibieron la influencia de un grupo creciente de científicos por lo general más liberales en las cuestiones de raza que sus predecesores. En 1972 el genetista R. Lewontin publicó un estudio en el que demostraba que las poblaciones humanas eran todavía más diversas genéticamente de lo que se creía. Lewontin, por medio de las técnicas genéticas moleculares de la electroforesis en gel de las que él mismo había sido pionero a mediados de la década de 1960, observó que la mayor parte de la variación genética (85,4 %) estaba “contenida en” los grupos raciales o “entre las poblaciones de una raza” (8,3 %), mientras que tan solo el 6,3 % de “la variación humana se justificaba por medio de una clasificación racial”. A raíz de estos hallazgos, Lewontin concluyó que la raza no tenía “prácticamente significación genética alguna”. A finales del siglo XX, el genetista L. Luca Cavalli-Sforza confirmó los hallazgos de Lewontin a través de estudios del ADN. Sus resultados demostraron que no había una discontinuidad genética significativa entre ninguna de las llamadas razas en nuestra especie que justificara el uso de la clasificación racial en los humanos.

Cavalli-Sforza estaba convencido de que esos resultados y los de otros estudios implicaban que la genética de poblaciones y la biología evolutiva habían demostrado de forma satisfactoria que la “subdivisión de la población humana en un pequeño número de grupos claramente diferenciados, raciales o continentales, (…) no viene avalada por el análisis actual del ADN”. Dado que los estudios venían confirmando los resultados de Lewontin desde hacía casi tres décadas, Cavalli-Sforza pensaba que “ahora la carga de la prueba recae sobre los partidarios de una base biológica para la clasificación racial humana”.

Sin embargo, aunque estaba cada vez más claro que el concepto de raza no era una herramienta útil de clasificación, varios prominentes científicos, ninguno de ellos genetista, siguieron afirmando que la raza era, de hecho, un concepto biológico legítimo y que los que argumentaban contra la raza tenían intereses políticos, no científicos.

Venter y Collins subrayaron que su trabajo confirmaba que la diversidad genética humana no puede recogerse en el concepto de raza, y que además demostraba que todos los humanos tienen secuencias de genoma que son idénticas en un 99,9 %. En la celebración de la Casa Blanca, Venter dijo: “El concepto de raza no tiene fundamento genético ni científico”. Un año más tarde, Collins escribió: “Los que desean trazar límites raciales precisos alrededor de ciertos grupos no podrán utilizar la ciencia como justificación legítima”. A pesar de los avances en el pensamiento científico sobre la raza, el racismo y la creencia en las razas persisten. El racismo es tan complicado que la ciencia por sí sola no puede erradicarlo. No obstante, los científicos tienen mucho que ofrecer al debate sobre la naturaleza de la raza y la clasificación racial, y haríamos bien en escuchar lo que dicen. Los genetistas Kelly Owens y Mary- Claire King son conscientes de ello cuando escriben: “Por supuesto, el prejuicio no necesita una base racional, y aún menos una base evolutiva, pero aún así vale la pena desechar con pruebas genéticas el mito de las grandes diferencias genéticas entre las “razas”.

 




Genoma humano

Descripción

El genoma humano es la secuencia de ADN contenida en 23 pares de cromosomas en el núcleo de cada célula humana diploide. De los 23 pares, 22 son cromosomas autosómicos y un par determinante del sexo.

 

 

2Orozco (2011) señala que el genoma es la información contenida en una molécula de ADN presente en todas las células que forman nuestro organismo, excepto en los glóbulos rojos. Lleva inscrito lo que biológicamente somos y la herencia que han custodiado y transmitido para nosotros, por muchos milenios, nuestros padres y los padres de nuestros padres, herencia que transferimos a nuestros hijos. Así mismo, el genotipo es la información genética particular de una persona y es esencialmente la secuencia de ADN. El fenotipo es todo aquello que “vemos” y que no es secuencia de ADN. El fenotipo siempre es el resultado de la interacción de un determinado genotipo con un determinado ambiente, por lo tanto: FENOTIPO = GENOTIPO + AMBIENTE

 

GENOTIPO






La Dra. Ana Protzel, presidenta de la Sociedad Peruana de Genética Médica, en una entrevista señala que estudios moleculares recientes confirman que las razas humanas no existen. Añade que el cambio de paradigma se produjo cuando se descubrió la composición genética del ser humano. “Ahí no está escrita la raza, sino todos los seres humanos compartimos los mismos genes. Hasta hace unos años se pensaba que éramos 99,9 % idénticos, hoy se sabe que es un poquito menos, pero igual se trata de un porcentaje mínimo que nos diferencia”. Explica Protzel, “que a pesar de que somos genéticamente iguales, nadie es exacto al otro. Estas diferencias, sin embargo, no hacen a nadie inferior ni superior” (3Paredes, 2020). Añade, el biólogo y genetista molecular Ricardo Fujita, que el término raza puede ser usada en el área agropecuaria debido a las manipulaciones genéticas realizadas, por ejemplo, en ganados vacunos para hacer que estos produzcan más leche o carne. “Si tomamos el ADN de un africano, de un australiano, de un andino, de un amazónico o de un finlandés veremos que es casi idéntico, menos de 1 % de diferencia. Esa es una peculiaridad genética de los seres humanos. Somos demasiado homogéneos y parecidos para hablar de diferencias raciales”, añade el investigador Fujita.


PARA QUE SIRVE EL GENOMA HUMANO



De esto se deriva que conocer el genoma de una persona no debe servir para estigmatizarla como resultado de sus genes. Los genes nos dicen que podemos hablar, pero no qué idioma; que podemos amar, pero no a quién; que podemos disfrutar de la música, pero no de cuál. La culturización es un proceso que permite en las personas la existencia de diferentes tipos de actitudes, de inteligencias, de acciones como la de elegir alimentos y no están registradas en sus genes. Estas expresiones son influenciadas por la familia y el medio social en el que vive la persona.


Genotipo: Es el conjunto de genes que contiene un organismo heredado de sus progenitores. ... El fenotipo es el resultado de la interacción entre el genotipo y el ambiente. El ambiente de un gen lo constituyen los otros genes, el citoplasma celular y el medio externo donde se desarrolla el individuo.

QUE ES LA HEMOFILIA

hemofilia

 

Enfermedad hereditaria que se caracteriza por un defecto de la coagulación de la sangre debido a la falta de uno de los factores que intervienen en ella y que se manifiesta por una persistencia de las hemorragias.

"las mujeres no padecen hemofilia, pero pueden transmitirla a sus hijos varones"

 

 


PRESENTAR LA SIGUIENTE EVIDENCIA O PRODUCTO : PRESENTAR UNA INFOGRAFIA

Una infografía es una representación gráfica que pretende explicar o resumir una información, combinando iconos como imágenes, gráficos, etc. con descripciones, narraciones, interpretaciones y datos. Son interpretaciones visuales de los propios textos y resultan más atractivas para el lector.